Cuando era niño crecí siempre con la expectativa de ver como sería el mundo del nuevo milenio. Entonces lo veía como algo lejano, como si el tiempo pasara demasiado lento como para poder verlo. Me la pasaba especulando y preguntándome como seria la humanidad. Mi mundo futurista era esperanzador. Hoy en el año 2004, traspasada la frontera del 2000 como año clave de mis ensoñaciones, todas aquellas esperanzas infantiles de un mundo armónico, feliz y colorista se fueron al trasto. A medida que pasaban los años y mi mente maduraba lo veía cada vez mas negro. El miedo, el oscurantismo, la pobreza, le violencia y la sinrazón se fueron haciendo cada vez más evidentes. Hoy el 80% de las riquezas los poseen un raquítico 20%, mientras el otro 80% de gente vive con la miseria que queda. Es triste saber que este mundo se nos va y no hacemos nada, da lastima como la humanidad esta en manos de unos cuantos locos que creen repartir la paz y la libertad a cañonazos. Todos estos días en los que la humanidad estuvo en vilo esperando el desenlace de las elecciones del imperio, la frase que mas escuche fue que tendríamos que votar todos. El resultado fue revelador. Ya todos sabemos que en gringolandia viven en un proceso autista, los estúpidos hombres blancos de Moore ganaron, la victoria fue para los que se creen la nueva Jerusalén, el pueblo elegido por dios para llevar la felicidad y la democracia por todos los pueblos. Unos dijeron que fue el triunfo de la esperanza y la democracia, pero muchos más dijeron que ganó la mentira y la mediocridad. Yo espero que esa América profunda se vaya al trasto, al mismo lugar donde están metidos mis sueños de niño.
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