miércoles, 18 de abril de 2007

¡HA NACIDO UN DIOS¡


"En un ocasión, un ejército había tomado y saqueado una famosa ciudad. En ella se encontraba una joven y hermosa marquesa. En los meses que estuvo el ejército en la ciudad, la marquesa tuvo que soportar los excesos de un agresivo soldado. Y así, un buen día, sin saber cómo ni cuándo, se encontró embarazada". Es una curiosa y acertada caricatura del publicista Robert Guerin acerca de la publicidad. En si misma la publicidad no es maligna, es solo el uso que las empresas hacen de ella con tal de vender sus productos. Yo me he llegado a sentir como un pez en un lago de pesca deportiva, donde te cuelgan del anzuelo la alegría en forma de cerveza, la unidad familiar con un móvil, la popularidad metida en unos zapatos, el éxito y la preparación por el cable del ADSL, la nutrición básica y balanceada de los hijos en un bollo, la juventud perdida en ungüentos y cremitas, lo que hay que tener viene con un coche y lo último que te convierte en un humano súper tolerante y solidario es comprar la pulserita de moda. La publicidad ha llegado lejos y no sería muy descabellado decir que la TV es la maratón del marketing rellenada con programas. Muchos se habrán fijado que a los relojes y termómetros de la ciudad los han reducido notablemente para dar cabida al cartelón del anuncio de turno sin pensar en los miopes que como yo, debemos hacer un gran esfuerzo para ver lo numeritos. Estamos ante un nuevo dios: omnipresente porque esta en todas partes, omnisciente porque a través de bases de datos y estudios de mercados nos sopesan los gustos y omnipotente porque es capaz de crear necesidades inexistentes. ¡¡Que dios nos coja confesados o nos condenamos!!

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